Mucho ha cambiado la sensibilidad y apego que la sociedad actual ha adquirido con nuestros animales.
La percepción social que los animales son seres sintientes ha crecido de la mano de su evidencia científica.
De la misma manera , también ha cambiado la forma de relacionarnos con ellos.
Los animales domésticos conviven con el humano desde los inicios de la vida. La promoción de esta convivencia ha estado marcada por el concepto de utilidad.
El animal era mantenido en la vivienda como animal doméstico, por su utilidad. Ha sido desde sus inicios, una relación intersada por el aporte que el animal hacía al hombre. Y el animal aportaba principalmente fuerza. Fuerza mecánica como locomoción y transporte y “fuerza química” en forma de energía, por la aportación de nutrientes en la dieta de su cuidador.
Esta relación comienza a cambiar cuando el animal deja de aportar energía para aportar emociones.
Son los animales de compañía. Aquí , la relación humano-animal es más equilibrada, porque las emociones, los sentimientos son intercambiados. El perro ama el hombre y el hombre ama al perro. La utilidad es mútua.
Este cambio es muy importante. Pero como todo cambio requiere una transición. Del negro al blanco hay que pasar por la escala de grises, y en esta etapa nos encontramos. Para lo que a algunos es un trato adecuado como animal de su propiedad, para otros es inademisble en un animal sintiente en el siglo XXI
Los veterinarios contamos con la formación necesaria para establecer el grado de delito en materia de maltrato animal. ¡¡Con toda la formación!!
Desde el punto de vista técnico, son los veterinarios los que diseñan los alojamientos y albergues de los animales garantizando su calidad y confort según la especie y tiempo de estancia requerida.
Deciden las condiciones de habitabilidad , espacio mínimo necesario para su descanso, zona de esparcimiento y necesidades de enriquecimiento ambiental .¡¡Sea en un núcleo zoológico o en un alojamiento particular!!.
Además desarrollan el programa sanitario de gestión de los animales en los núcleos zoológicos, organizando la medicina preventiva ante agentes físicos, químicos y biológicos.Estos programas están ajustados a las particularidades de los animales por especie, tipo de alojamiento y ubicación geográfica. ¡¡Sin salud no hay bienestar. sin bienestar no hay salud!!
Y estamos asiganados como los directores técnicos de estos núcleos zoológicos para garantizar que estos procedimientos preventivos están implementados y se ejecutan dejando constancia en los registros. Registros, que son consultados en caso de perdida de salud del indviduo o la colectividad para iniciar la medicina curativa o paliativa.
Somos conocedores de las conscuencias para la salud y el bienestar animal de determinadas prácticas. Por acción o por dejación realizadas por el titular del animal. Incluidos los etológicos o comportamentales.
Contamos con todos los conociemientos técnicos para la indagación del maltrato y el informe pericial. Capacidad de realizar una anamnesis, una detección de lesiones macroscópicas. Formados en necropsias e interpretación de análisis laboratoriales. Formados en etología.
Y con toda esta información junto a la situación administrativa del titular del animal , participar en la instrucción y documentar la prueba para el posible expediente sancionador.
Se hace urgente la normalización de la figura del Policía Veterinario de Protección animal que asistido por los cuerpos de seguridad, pueda levantar actal del maltrato animal sufrido por un animal, datando su persistencia en el tiempo , lesiones y orígen de las mismas.
La instrucción de los expedientes sancionadores tienen que contar con este informe pericial de profesionales veterinarios , eliminando cualquier duda o sospecha en la capacidad técnica del profesional que ha actuado en las diligencias de instrucción de los procedimientos o de su imparcialidad.